miércoles, 20 de mayo de 2009

EL AÑO DEL BÚFALO (CAPÍTULO II)

Que, pensándolo bien, a mi el helado ni siquiera me gusta. Quiero decir que pienso en él cuando hace calor, me fascina el concepto de helado, la idea del refrigerio en la boca, la convicción de que obtendré algún tipo de beneficio que responde a la exigencia de enfriar la temperatura de mi cuerpo. Después llegas delante del mostrador y necesitas cinco minutos sólo para leer todos los sabores, otros cinco para entender que es un “mangostano”, otros diez para calcular el resultado derivado de la mezcla entre varios sabores. Al final, después del cansancio de la elección, cuando lo peor parece haber pasado, cuando piensas que ha llegado el momento de recoger los frutos de tanto trabajo intelectual, el dueño del helado te mira con el cucurucho en la mano, como para recordarte que él tiene que trabajar y no puede esperarte toda la vida, y te pregunta: “¿Nata?”, y lo pregunta con la normalidad con la que te preguntaría la hora.¿Cómo que la nata? ¿y yo qué se si ahora la nata pega con el mangostano y el limón? ¿Y qué nata es: ácida, dulce, esas que parecen agua o esas densas como un flan? “Perdone, pero no me parece honesto,¿sabe?, tengo que decirlo…”,”¿El qué no le parece honesto? ¿El que le haya preguntado si quiere un poco de nata?”,”Pues claro! Perdóneme, pero si la pregunta me la hubiese hecho antes de que yo hubiese elegido los sabores , hubiese tenido sentido, podría haber calibrado mejor las oportunidades, podría haber pensado a elecciones más arriesgadas o podría haberme quedado con lo clásico, que se yo… chocolate y nata. Pero ahora,de esta forma,¿qué hago?. Es como si usted fuese un partido político que se presenta con una determinada formación, y después de ganar, dice… “Ah, perdónenme, como presidente del gobierno presentamos a Hitler…”,”Esto es demagogia, querido… Yo en realidad le estoy dando la posibilidad de ampliar y mejorar su elección. Entre el abanico infinito de sabores que mi heladería pone a su disposición, dándole una libertad sin limites, yo le añado otra más: la de ser libre de poner también nata… Dígame ahora si esto no es democracia…”, “No perdone, pero creo que tendremos que aclarar el concepto de libertad”.¿Qué libertad tengo si puedo usar mi libertad sólo para elegir entre las libertades que usted ha puesto a mi disposición… quiero decir… Y si yo quisiera helado con sabor a queso sardo? Aquí no lo veo,¿dónde está? Mejor, hagámoslo así: quiero una copa de tres euros con sabor a queso sardo, almejas y, naturalmente, con nata…”.”Si, claro, ya os gustaría a vosotros, anarquistas como sois, actuar como os diese la gana,¿verdad?. Os plantáis aquí, todos soñadores, con un porro entre los dedos, y así os resulta fácil pedir el helado con sabor a queso sardo… Esta es la realidad señor mío, no una teoría filosófica. En democracia lo que vale es la mayoría, y si a la mayoría el helado de queso sardo le da asco, ya te puedes olvidar de él para toda tu vida. Por otra parte, teniendo a disposición casi cien sabores, no entiendo porqué no puede conformarse con uno de estos sabores, en lugar de estar siempre buscando tres pies al gato… La libertad que le doy me parece más que suficiente,¿no le parece?”.” A mí me parece que aquí hay que aclararse más con las definiciones en general, porque puede ser que yo le hable de un vestido rojo y el rojo que tengo en mente no coincida con el rojo que usted está imaginando. Por ejemplo, si yo le invitase a cenar a mi casa, le llamase en un tono alegre, y le dijese,”Claro que sí, venga esta noche, le espero, será mi invitado y cenaremos juntos”. Pongamos que usted acepta mi invitación, viene a mi casa, y en el momento que se sienta en la mesa se da cuenta que la famosa cena consiste en cuatro olivas y un vaso de agua. Usted, seguramente, me haría notar que eso no es una cena, ni siquiera un aperitivo, más bien una tomadura de pelo y, con toda la razón, se enfadaría. En ese momento yo le respondería que yo le había prometido invitarle a cenar, pero que no le había dicho cual sería el menú. Y esto pasa también en la realidad,¿sabe?. Nos dan una libertad parecida a un aperitivo, uno se queja del hambre que tiene, pero no puede quejarse mucho porque nos dicen que la libertad nos la han dado, que nos tenemos que conformar. De la misma manera usted me está diciendo que me está dando la libertad a través de la elección de los sabores del helado, pero no me está dando la única libertad que necesito, la mía, la libertad de comerme un helado de queso sardo… Si no soy libre de comer lo que me gusta más, ¿cómo puedo afirmar que soy libre?...”
El heladero en ese momento se da cuenta que el cucurucho que tiene en la mano se está derritiendo y que la cola detrás del mostrador está llegando fuera de la heladería. Una chica lo llama desde una puerta detrás del mostrador y él, por un momento, se queda quieto. No, no está pensando, está sólo quieto. Un cortocircuito le ha abierto el salvavidas que le impide quemarse. Ha sido sólo un momento, después vuelve a ser el mismo de antes.
“¿Nata?”, me pregunta sin mirarme a los ojos.
“No, gracias, la nata me provoca acidez”, le contesto con la cabeza baja

12 comentarios:

  1. devolviéndote la visita me encuentro con un pensador... ajá....eso! un pensador ... aunque hay cosas que si las piensas mucho, dejas de disfrutarlas....te seguiré! UN BESO

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  2. Así, que te quejas de la extensión de mis ladrillos?
    Lastima, con lo bien que me habia sonado en el oido...no nos gustan los mismos cantantes...y a mi me encanta el helado.
    Anda que si soy yo el heladero, te pongo el cucurucho de sombrero. Y la nata...en un sitio, que no se puede decir!
    Te he saludado todos los dias, solo tengo que ver una banderita, y se que estas. Y me encanta que estes.
    Si estas dormidito, espero que te llegue el susurro de mi voz...Buenas noches desde guadalix!

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  3. rous

    Pensador? Y yo que creia fuera simplemente un tonto que sabia escribir... Por el resto tienes toda la rason de esto mundo... :)))

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  4. Taxi

    Ahhh.. ahora entiendo como haces a descubrir cuando paso... Tendrè que conectarme desde el Brasil para que tu no hacerte enteder cuando estoy... :)) Al final no he muy bien entendito donde me pondria la nata... Y casi tengo miedo se daberlo.... :)

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  5. Mi siempre saber cundo tu estar, aunque tu conectarte desde Brasil, o desde la Conchinchina jajajajajaja

    Muakssssss

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  6. Entiedens por que oleo mal? :)....

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  7. jajajjajaja
    no!

    Son las señales!

    ya sabes cosas de meigas!

    Muaks

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  8. Ojala saber que quiere decir "meigas".... :)

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  9. "meigas" en gallego, significa: brujas.... ;)

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  10. Entonces tu estas ententando hablar gallego con un italiano que casi no habla castellano, y esperas que te entiendo? Madre mia estos espanoles me haran voler loco.... :))))))

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