lunes, 18 de mayo de 2009

YO Y PYPPY(*)

En este pueblo de mierda nunca pasa nada. Siempre las mismas cuatro personas, en el mismo, único bar. Los días pasaban entre una caña y una partida de cartas, entre una broma sobre la mujer del alcalde y una palabrota en dialecto. Demasiado aburrimiento. Y aburrirse demasiado mata. Yo no quería morir, por lo menos no tan joven y sin antes no haberme trajinado a la hija del farmacéutico. Por eso un día, siempre por este maldito aburrimiento, me compré un perro: Pyppy. Lo había llamado así para exorcizar mi antiguo pasatiempo preferido, cuando aún no tenía un animal…
Pyppy era inteligente, si por inteligencia consideramos la capacidad de entender bastante pronto que no se puede cagar en el sofá. Con el tiempo dejé de frecuentar el bar y empecé a pasar mis días con aquel simpático cuadrúpedo. Le había enseñado a ponerse en pie con dos patas, a abrir la boca cuando decía “aiz!“, a jugar a fútbol sala (él era el portero). Por un montón de tiempo la cosa funcionó. Me divertía, y el aburrimiento parecía un periodo lejano de mi vida.
Pero un día, Pyppy llegó todo feliz abriendo la boca y meneando la cola sentado sobre una patita (era el juego que más le gustaba), pero la cosa no me divirtió. Entonces, el pobre animal, saltó sobre la mesa haciendo una cabriola y aterrizando con la oreja. Pero también esto lo había visto muchas veces. Que aburrido es este animal… Pensé. Pero mientras lo decía, tenía ya en mente como convertir de nuevo a Pyppy en una distracción aceptable. Decidí cortarle una pata. Ahora tenía que hacer todo lo que hacía antes, pero con un miembro menos. Era divertidísimo verlo caer y volverlo a intentar con obstinación. Pero poco después, este portento de la naturaleza, aprendió a hacer todos los ejercicios con sólo tres patas. Para no volver a aburrirme otra vez, le corté otra pata, esta vez posterior. Pero después del mismo periodo torpe e interesante, Pyppy aprendió otra vez a jugar conmigo y a  hacer todo lo que le mandaba hacer. Me vi obligado a amputarle todos sus miembros, la cola y las orejas. Llegué a coserle los ojos con un hilo de carnicero, pero, por increíble que parezca, ese animal obstinado, siempre encontraba la manera de divertirme un poco. Hasta que un día, cuando sólo le quedaba la cabeza y un trozo del cuerpo, no pudo volver a suscitarme ninguna  emoción. Y tuve que acabar con él (sintiendo una ligera sensación de diversión que, desgraciadamente, duró muy poco).
Volví a mi aburrido bar de mierda, a pasar los días abrazado a las cañas. Que aburrimiento… Era peor que antes. Y estuve así por bastante tiempo, hasta que mi hermana encontró trabajo en otro pueblo y me pidió que cuidase, durante el día, de su hijo, es decir, de mi sobrino. Yo acepté contentísimo. Fue maravilloso enseñarle a jugar con la plastilina de colores. Era muy inteligente, y enseguida entendía todo lo que le decía. Sí, era muy hábil. Demasiado hábil, demasiado rápido…Que aburrimiento…..



(*) En italiano “pajarse” se dice “hacerse una pippa”. Espero se entienda el elegante juego de palabras…

22 comentarios:

  1. Por favorrr no mates a tu sobrino¡¡ si continua la historia claro.

    Un Saludo

    ResponderEliminar
  2. Lo siento, pero no tienes que decirlo a mi si no al otro.... lo que escribe las entradas... Yo, no soy yo... :)

    ResponderEliminar
  3. Es demasiado, tu imaginación cunde en pánico, mira que ese es tu sobrino no comiences de nuevo, realmente yo que amo a las bestias esas, y tengo tres, casi me muero leyéndote, pero que buena narración a pesar de que sufrí mucho.

    Saludos

    ResponderEliminar
  4. Y tampoco te ayuda a sufrir menos saber que es solo una metafora, aunque un poco cutre?... :)

    ResponderEliminar
  5. Mmm, sentí horrible lo de amputar todo el perro. Pero clarito me llego el mensaje, y me parece q he amputado varios ex en el intento de encontrar en ellos lo mismo q me agrado en primera instancia, pero ni mutilandolos todos logran quitarme el aburrimiento q da la rutina.

    Buen relato, aunq cruel comparación :) jajaja

    ResponderEliminar
  6. Sky

    En primero lugar quiero decirte que tu nombre me recuerda a un personaje chulo de "Pablo Arkada", un tebeo que sale en el "Jueves", sabes? En secundo lugar... estas segura que has enseñado bien a todos tus ex a ponerse en pie con dos patas o abrir la boca cuando decías “aiz!“? Puede ser que hubieras disfrutado mas sin necesidad de mutilarlos... :)))

    ResponderEliminar
  7. Te recomiendo que leas en mi blog" El angel sin alas"........algo que publique de un escritor algo desequilibrado( quien no lo esta?) que se llama Luis Fernando Caballero..... Me recordaste ese estilo........ Abrazo desde alemania Hilda Breer

    ResponderEliminar
  8. Francisco Antonio Ruiz Caballero se llama el escritor.... No te preocupes... asi soy yo. >Hilda Breer

    ResponderEliminar
  9. Hola. Primero vine a agradecer tu visita en mi blog. Gracias en verdad.

    Leí tu post... Dicen que un pueblo chiquito es un infierno grande y así imaginé el de tu relato... ingrato con el pobre animalito... ay me dolió imaginarlo sin pata...

    Te dejo un abrazo, cuidate mucho, besos.

    ResponderEliminar
  10. Ilde

    Un alemana y un italiano que se encuentran en un blog hablando en castellano?... Esto es mas fantastico de qualquiera mis entradas... :) Leeré tu entrada puedes estar segura. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  11. natalia

    Te doliò imaginar el pobre perro sin pata? Pues que tal de mi sobrino? :) Gracias por tu visita. Hasta pronto.

    ResponderEliminar
  12. Jajajajjajaja, que fuerte, jajajjaja.
    Me ha encantado, en serio.
    No me lo esperaba, jejeje.
    Me gusta encontrarme con cosas que no espero, y me gustas tú, o él, más tú.
    Vengo a verte y a hacerte una invitación, el blog de Taxi ha hecho mudanza, problemas técnicos, ;)
    Esta es la nueva dirección, siempre es un gustazo saber que la visitas silenciosamente.

    http://lataxistadesdeguadalix.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  13. Ya anadido :) Como sabes que visito silenciosamente a la taxista? Eres una bruja? :)

    ResponderEliminar
  14. Bruja piruja.
    Porque ella siempre te saluda y tú te haces el duro, igual eres tímido, o no te apetece, todo está bien.
    Pero a ella le gusta verte, lo sé, poderes, y a mi también.
    Un beso, que rápido eres macarroni. ;)

    ResponderEliminar
  15. Te juro que nunca lo he notato que me saludava... Pero desde haora le haré caso, paellera... :)

    ResponderEliminar
  16. Que mono eres, eres muy tierno, aunque asustes a algunas, jajjaja, pero así es la vida, gente distinta que se comunica y a veces conecta, por muy diferentes que sean, igual no lo somos tanto.
    Compartimos humor negro, tú más brillante, y más negro.
    Menos mal que no.eres.tú, porque sino las hostias virtuales te iban a llover, jajajja.
    Un besito si me dejas.

    ResponderEliminar
  17. Hacerse una pippa.
    Vaya, no había entendido el juego de palabras, y eso que lo explicas.

    ResponderEliminar
  18. No tienes que preguntarlo a mi si puedes dejarme un beso si no a la chica que es de tu misma ciudad y que ahora me espera en la cama :)
    No te preocupes si no has entendito el juego de palabras... cuando eres espanola es todo mas dificil de entender... :))))

    ResponderEliminar
  19. Pues se lo pido a ella, que sólo es en la mejilla, ¿me dejas?, me alegro que estés bien acompañado, seguro que ella no la amputas, o si, jajja.

    ResponderEliminar
  20. Depende da lo que me harà... :))))

    ResponderEliminar
  21. ¡Vaya susto! Menos mal que es una metafora, al principio no lo entendía. El aburrimiento es así de cruel a veces, pero hay muchas otras maneras de "matarlo"... :D:D:D

    Buen relato, me ha tenido espectante hasta el final!!

    Buen fin de semana!

    ResponderEliminar