viernes, 15 de abril de 2011

MEMORIAS DESDE EL FUTURO

Mi abuelo me ha llevado hasta el gran valle. Nos hemos sentado sobre una roca y él me ha dicho che allí antes había como un gran pantano, pero inmenso y de agua blanca, como la que sale de los destiladores. Lo llamaban mar, y dice que debajo de los mares vivían miles de criaturas mudas, que sabían respirar el agua. Me ha explicado que, cuando era joven, era normal viajar por el mar con los medios adecuados, que te daban la sensación de volar, pero que en realidad navegaban. En verano la gente iba a las playas, para calentarse con los rayos del sol, que me ha contado que entonces no quemaba como ahora, y que las personas podían salir de casa incluso antes del atardecer. Me ha contado el placer de bañarse con el agua del mar, y después secarse con el aire caliente. Después nos hemos tumbado sobre las piedras y nos hemos puesto a mirar el cielo. Mi abuelo, cuando era un chaval, hacía siempre un juego, que consistía en observar las nubes, las cuales me ha asegurado que eran blancas, y que el viento las movía tan rápido que a cada segundo te recordaban a cosas distintas. Reía mientras lo contaba. Yo me he puesto a mirar el cielo: las oscuras y densas nubes que lo atraviesan, realizan movimientos demasiado lentos para que puedan asumir cualquier forma. Y es por esto por lo que no hemos podido jugar. Pero mi abuelo me ha prometido que si me como todos las pastillas de pollo mañana me lleva a un sitio donde antes había una cosa que se llamaba bosque.

Después se ha hecho tarde. El sol estaba a punto de salir y hacía ya mucho calor. He apagado al abuelo, lo he metido en la mochila y he vuelto a casa.

1 comentario:

  1. Me ha encantado niño. Solo espero que estes equivocado. Mientras estemos en el presente, no olvides jugar con las nubes, besos.

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